Microrrelato que ensalza la pasión entre la juventud y la madurez a contracorriente de las convenciones.
Medrar entre pensamientos dispersos con la mente nublada por el cansancio. Veo tu imagen en mi mente, tan reciente como esta noche pasada que ya ha dado paso al día, y me pregunto si tu juventud resistirá los envites de la edad. Me pregunto si el sexo que nos regalamos tendrá consecuencias en ese afecto nuestro que podría ser casi paterno filial. A contracorriente de ello, me siento vivo, convencido de la virtud feliz de nuestra entrega noctámbula a la caricia y el furor. Y no sé ya si es que la convención acabará por romper esta existencia mía que, a base de ser fiel a sí misma y aceptar las sorpresas que se depara, se ha ido expandiendo como como un globo. Un globo que se va hinchando para, quizá, estallar. Explotemos los dos juntos: tu juventud y mi madurez en un equilibrio que no disponen los mapas de la sociedad contemporánea.