Microrrelato que trata sobre la recuperación de la identidad en la vida adulta, pasada la odisea de los años que vieron desviarse el sendero en el bosque de la vida.
Camino hacia mí mismo. En la noche cerrada voy saliendo de la neblina de mi pensamiento, un sendero desviado en el bosque de la vida que me llevó alejarme de esa infantil identidad, el ser primigenio, aquel que creí ser para siempre, exultante de felicidad en la inocencia del amanecer a la vida. Pero, ahora, me veo ir hacia mí. A medida que me acerco, descubro que, pasada la odisea de los años, vuelvo a ser yo mismo. Y en la oscuridad de esta noche que es un amanecer en mi conciencia, veo las sombras de mi figura que se van acercando entre sí, una duplicidad de la personalidad que confluirá en sí misma, rodeadas de una premonitoria luz clara.