Reflexión: EL verano venidero. Momentos de claridad.

Texto que hace balance de la vida madura.

Reflexión en que el autor trata sobre la proximidad del verano como argumento para pensar en el curso de la vida.

La primavera entra en su apogeo, aguaceros repentinos se alternan con días templados que invitan a pensar en la calidez del verano, en el asueto de la playita en vacaciones: darse un chapuzón; ver, desde una edad que avanza hacia la senectud, las figuras lozanas de quienes amanecen a la juventud; darse cuenta de que, a una edad madura, estamos entrando en la plenitud de la vida, el momento en que eres consciente de ti, de lo que haces y el momento también en que eres capaz de orientar el rumbo de tu vida. Momentos de claridad para un verano venidero.

Crónica: Santa Eulàlia. Fiestas de la patrona de Barcelona.

Reflejo de las fiestas de Santa Eulàlia, patrona de Barcelona.

Crónica de una tarde disfrutando de gentes nuevas en las fiestas de Santa Eulàlia, patrona de Barcelona.

Sábado por la tarde. Hay cierta afluencia de gente en la zona de la catedral, donde nos hemos citado a través de internet un grupo de personas con la intención de disfrutar de las fiestas de Santa Eulàlia, patrona de Barcelona. Se distingue fácilmente a la anfitriona de la actividad por su gorro azul de lana, tal y como nos había indicado.

Tras unos minutos de cortesía, el grupo ya reunido se adentra en la catedral, que hoy ofrece jornada de puertas abiertas, para poder ver la cripta donde reposan los restos de la santa y aprovechar para disfrutar por un paseo interior en la misma catedral. Un aura mística y recogida rodea nuestra asombrada visita a la zona del sepulcro. Después, todavía tenemos tiempo para disfrutar de la oportunidad de observar la ciudad a través de las fabulosas vistas que ofrece el ascensor que nos conduce a la zona superior del templo. Allí, a la intemperie, con la catedral bajo nuestros pies, conversamos y nos conocemos. Luego, el guardia de seguridad aparece para devolvernos a la conciencia de lo efímero de la visita.

La fiesta, sin embargo, empezará después, cuando nos acerquemos al Palau de la Virreina y veamos salir, desde allí, a las gigantas en procesión. Pero, una vez matado el gusanillo desde una privilegiada primera fila, nos decantaremos por algo más personal y compartiremos conversación en una cafetería cercana, descubriendo anécdotas y teniendo una impresión más cercana los unos de los otros.

Finalmente, regresa uno a casa con la sensación de conocer un poco más la esencia de la ciudad y el corazón de sus gentes. Completamente agotado, cenará y descansará en un plácido sueño.

Pensamientos: Encanto de Barcelona. El año nuevo.

Reflexión en torno al año nuevo y el amor hacia Barcelona.

Aquí expone el autor pensamientos que hacen balance de la señalada fecha, para tantos, de año nuevo manifestando su amor a Barcelona.

Misterioso. Así se presentaba a mi ánimo el año, cuando recién lo estrenaba, ante la pregunta de la mujer que me atendía en la churrería. Cierto que podría haberme dado por pasar olímpicamente de rituales de este tipo, que al final no tienen mayor relevancia que cambiar el calendario, hacer balance del año, celebrar una Nochevieja que, este año, ha brillado por su ausencia y, cómo no, eso sí que no lo perdono, ¡tomar un chocolate con churros el primer día del año!

A fin de cuentas, perdida la oportunidad de hacer piña con la familia en Navidad, de despedir el viejo año con un abrazo o siquiera compartiendo un café con los amigos, el año nuevo se presenta con un optimismo mayor de lo que parecía hace apenas un par de semanas, con la tercera dosis en el horizonte y el virus, aparentemente, decayendo.

Además, estoy de enhorabuena porque mi compañía literaria me habla, a través de la prosa de un gran escritor barcelonés, de esta ciudad en la que resido, ya, si nos volvemos a fijar en las anualidades del calendario, desde hace 18 años. Una mayoría de edad que ha atravesado tiempos de esplendor en esta ciudad, turbulencias políticas y también ha vivido momentos más deprimidos. Lugar de un encanto con perfume de Mediterráneo que responde, en catalán o en castellano, al nombre de Barcelona. Esa ciudad templada, de sorpresivos aguaceros y veranos de un bochorno que se te pega a la piel. Una ciudad en la que, con sus virtudes y defectos, me lleva a pensar el encanto que pido a este año 2022.

Reflexión: La conquista de la felicidad. Una vida que trascurre.

Reflexión en torno al recuerdo de la infancia feliz desde la perspectiva de la madurez.

Reflexión que vuelve el pensamiento hacia la infancia feliz, para luego regresar a la perspectiva que otorga la serenidad en la edad madura.

El pasado supuso la conquista de la felicidad. Una lejana felicidad, con la mente nublada pero felicidad al fin, entre prados y animales: en el pueblo de mi padre. También lo supusieron aquellas tardes en que veíamos, los niños en nuestras travesuras, el sol declinar hacia un crepúsculo antes del cual sabíamos que debíamos llegar de vuelta a casa. Antes del que nos desafiábamos a tirar nuestro último petardo. Eran, aquellos, los tiempos de las monedas de 25 pesetas para que el niño disfrutara en su ocio. Luego, llegó el crack, la desilusión, los cristales rotos de la identidad. Pero fueron, aquellos años de infancia, tiempos felices.

Me veo ahora, con la perspectiva que otorga la edad madura, sereno en el recuerdo que no se torna nostálgico. Y me pregunto cómo es que aún tengo energías para seguir por el sendero. El hombre que fue silencioso, que luego perdió levemente su mutismo para hablar deslavazadamente, la persona de las mil heridas que se rehízo mil veces y, hoy, vive en una serenidad consistente que, sorprendentemente, aún no ha vuelto a alcanzar la plenitud vital y de conciencia de aquellos años infantes. Viendo con valentía cómo la vida transcurre.

Recuerdos: Larga vida al pueblo. Volver a la infancia.

Aquí echo la vista atrás a los recuerdos rurales de mi infancia.

Aquí trato de los recuerdos que me trae el pueblo donde naciera mi padre, espacio de mis juegos infantiles.

El ambiente natural de los veranos de mi infancia definió una parte importante del carácter que se iba abriendo paso en la vida de forma tan temprana. Los animales, el entorno de campesinos, la vastedad de los espacios donde uno podía jugar, abrían de par en par el corazón del niño para hacer que su ser se expandiera.

El verano rural contrastaba con nuestra vida habitual urbanita, en la ciudad de Madrid. Era el pueblo donde nació mi padre aquel lugar mágico. Un lugar del que, con la llegada de la adolescencia, me fui desvinculando para, una vez acaecida la trágica pérdida de la figura paterna, precisamente herido de manera definitiva cuando se dirigía al lugar que le vio nacer, volver en una edad ya más madura. El lugar ha inspirado algunos de mis mejores textos, como Escapada, que podéis leer en la colección Hacia la musa. Relatos del amor perseguido. Tras unos cuantos años en que parecía ir decayendo en vitalidad, con la pérdida de sus habitantes y las tradiciones agrarias, vive un nuevo florecimiento que, esperemos, se prolongue en el tiempo. Larga vida al pueblo.